–¿Cuáles son los principales problemas que ha observado como empresa durante esta crisis?

–La cisis sanitaria apareció como un terremoto y analizarlo requiere una buena dosis de indulgencia. A posteriori todo es más fácil. Aun así, la descoordinación y la cantidad de cambios de criterios han perjudicado mucho. Las empresas nos hemos visto muy solas.

–¿Qué medidas han adoptado para hacer frente a la crisis sanitaria?

–Poner a salvo la salud de nuestros trabajadores y garantizar el 100% de los contratos de trabajo. A continuación, fuimos en ayuda de nuestros distribuidores ofreciéndoles moratoria de pagos. Simultáneamente, pusimos la destilería a producir alcohol sanitario y soluciones higienizantes. Tuvimos que interrumpir la iniciativa solidaria a favor de la Agencia del Medicamento. Ahora, en la vuelta a la normalidad, adoptamos los protocolos que las autoridades y nuestros técnicos recomiendan. Nada merece la pena sin las máximas garantías de salud y bienestar.

–¿Qué piden a las administraciones para volver a la nueva normalidad?

–Moratoria y exención de impuestos. También flexibilidad, planificación y que se trabaje para devolvernos un entorno social seguro. Observamos una sociedad asustada, eso no ayuda al escenario que los entornos socioeconómicos requieren. Educar para concienciar. La higiene y distancia social son medidas fáciles y rentables en todos los sentidos. La gente ha demostrado un grado de madurez impresionante. Abran las puertas y déjennos acomodarnos con responsabilidad.

–¿Por qué hay que consumir productos cordobeses y qué valores destacaría de la agricultura y ganadería cordobesa?

–Apostar por lo nuestro ahora es necesariamente esencial. La mejor mano que nos podemos echar a nosostros mismos es comprender que juntos vamos mejor. Sin olvidar que la mejor economía es global, Córdoba significa mucho en toda España… sin olvidar la exportación. Ayudarnos con criterio de mercado global es una opción más generosa para otros territorios y perfectamente compatible con el comercio de proximidad. La altísima calidad, dilatada experiencia y profesionalidad del sector agroalimentario cordobés ofrecen un abanico de posibilidades que nos hacen prácticamente autosuficientes y enormemente competitivos. Además, con la agroganadería sumamos la enorme y variada oferta turística. Nuestro campo ha venido siendo tan importante como determinante será para el futuro de toda Córdoba.